Aquella historia…

Como cada tarde el silencio arropaba sus sentidos, pensativa frente a miles de recuerdos breves, no paraba de buscar un final alternativo.

Solía escribir de amores casi siempre destinados a no suceder, pero esa tarde seguía buscando algún otro final a su historia.

Continuó leyendo la misma página una y otra vez; algunas horas más tarde las emociones no le permitieron yacer.

Sencillamente, era por ti, sucumbía ante cualquiera de tus palabras y aún sumergida en olvido, era incapaz de darle fin a su propia historia.

Por ti se fue desdibujando en el tiempo, con un hastío tardío que aún no comprendo.

Tras algunas horas sin dormir se dispuso a dar término, era tiempo, pensó y finalmente, después de permanecer junto al reloj y a las tantas hojas, concluyó:

«Sé que nos sentimos igual, aunque nunca lo dijiste y por este amor y porque envuelves más que lágrimas dilaté el desenlace de nuestras semblanzas; pero lo cierto es que estamos destinados a no suceder, en consecuencia este final es el principio de muchas otras historias, las que tendremos ya sin nosotros».

Así, luego de muchos intentos fallidos y tras muchas ganas de permanecer en ti, ella se hizo valiente, comprendió y decidió dejarte ir, no sin antes regalarte una mirada, un momento y aquel sabio consejo:

«Jamás pierdas de nuevo por no saber qué decir, jamás te quedes vacío por miedo a expresarte, jamás intentes suponer lo que está en la mente o en el corazón de otro. No pierdas el tiempo y cuando ames hazlo saber, de lo contrario no habrás vivido».

Memorias fotográficas

Tropecé con este álbum cargado de recuerdos, colmado de fotos con algunos de los tantos momentos, atestado de polvo y de sentimiento, me he topado con este viejo álbum y de nuevo te siento.

Te encuentro, te observo e inevitablemente me pregunto dónde estás, cuánto tiempo habrá pasado, qué habrá sido de ti … Y así poco a poco te voy extrañando porque sin duda formaste parte de muchos buenos días.

Fuiste parte de mis locuras y de mi felicidad, eso me cuentan las fotografías, pero también me susurran sobre tu ausencia los otros tantos días.

Sé que la memoria es selectiva, sé que elige qué recordar, pero lo cierto es que hoy no estás, en algún momento dejaron de capturarse instantes y de revelarse imágenes porque no estabas, habías partido.

No obstante, el corazón es terco y los buenos recuerdos, los que quedaron plasmados, me llevan a preguntarme qué fue de ti, me hacen pensar en verte, en la posibilidad de encontrarte.

¿Recordarías mi rostro? … Aspiro a que no pudiese olvidarse, pero el tiempo no ha pasado en vano, no somos los mismos, posiblemente nos hemos topado alguna vez, quizá hemos cruzado miradas tratando de ubicarnos en tiempo y espacio, pero la mente es selectiva y ha decidido olvidarnos.

Photo by Víctor Morantes